
EL CASCANUECES
BALLET DE GEORGIA
Miércoles 22 de diciembre de 2021 | 18:00H y 21:00H
DURACION: 1 hora 45 min (45min. primer acto, 20 min descanso, 40 min segundo acto)
MÚSICA:
Pyotr Ilyich Tchaikovsky
COREOGRAFIA:
Alexei Fadeechev
Coreografía del baile de los muñecos: – Gia Marghania
DISEÑO:
Simon (Soliko) Virsaladze, Yuri Gegeshidze
1º Acto
Los invitados están reuniéndose para la fiesta de Navidad en casa de los Stahlbaum. Entre ellos se encuentra Drosselmeyer, padrino de María y Fritz, hijos de los anfitriones. Les ha comprado un maravilloso regalo: un divertido Cascanueces.
Muy impacientes, los pequeños esperan que en el árbol de Navidad se enciendan las luces de colores y les enseñen los regalos. Por fin llega el momento tan esperado. ¡Que bonito es el árbol!
De repente aparece Drosselmeyer disfrazado de mago. Su especial y desconocida habilidad para hacer que los juguetes cobren vida les encanta a los niños, pero todo parece tan mágico y misterioso… para tranquilizar a los niños “asustados” Drosselmeyer se quita la mascara y ellos reconocen a su querido padrino.
María quiere jugar con los muñecos maravillosos que parecen estar vivos, pero ya han sido retirados. Para consolarla Drosselmeyer le da el muñeco Cascanueces. María le coge cariño a la divertida y torpe criatura. Su travieso y bromista hermano Fritz, sin querer rompe el muñeco. Con gran ternura María abraza a su “herido” Cascanueces y lo acuna. Entonces Fritz y sus amigos se ponen mascaras de ratones y asustan a la pobre María. Aparecen los invitados y al final de la fiesta bailan una danza ceremonial, al terminar todos se marchan a sus casas.
Por la noche la habitación donde está el árbol de Navidad se sumerge bajo la luz de la luna. Todo parece muy misterioso y lleno de secretos mágicos. Superando su miedo, María viene a la habitación para visitar a su “enfermo” muñeco Cascanueces. Lo besa, lo acuna y se instala a dormir a su lado. En sus sueños aparece Drosselmeyer, pero ahora en vez de ser su simpático padrino, se ha convertido en un mago. Con el movimiento de la mano de Drosselmeyer todo a su alrededor se transforma: las paredes de la habitación se deslizan hacía atrás, el árbol de Navidad empieza a crecer, y los muñecos cobran vida y crecen también junto con el árbol.
De repente desde debajo del suelo aparecen silenciosamente los ratones guiados por su Rey. Los muñecos están aterrorizados y confundidos.
El Cascanueces, valiente y rápido guía a los soldados en la batalla contra el ejército de los ratones. Sin embargo las fuerzas no son iguales. La ventaja está de parte de los malvados ratones. El Cascanueces se ha quedado solo cara a cara con el Rey de los roedores y su séquito.
María está muy preocupada viendo su muñeco en peligro. En este momento Drosselmeyer le pasa a María una vela encendida, ella la lanza contra los ratones, y estos salen corriendo atropelladamente.
El campo de batalla está vacío. El único que queda es el Cascanueces tumbado en el suelo sin movimiento. María junto con los muñecos se apresuran para ayudarle.
En estos momentos ocurre algo mágico… ante María está el guapo Príncipe Cascanueces. Él camina hacia ella.
Los muros de la casa desaparecen. María está bajo el cielo estrellado al lado del árbol de Navidad encantado. Los copitos de nieve la rodean en una danza mágica, mientras una estrella del árbol atrapa a María y al Príncipe Cascanueces como en un sueño, introduciéndolos en una barca que les conducirá hasta la cima del árbol. Los muñecos les siguen.
2º Acto
María y el Príncipe Cascanueces están navegando en su barca mágica a través del reino del árbol de Navidad. Allí están sus amigos los muñecos invitados por Drosselmeyer. La estrella brillante esta cada vez más cerca. Están a punto de alcanzar la cumbre del árbol cuando de repente son atacados de nuevo por los ratones guiados por su Rey, que han trepado detrás de ellos.
Una vez más el Príncipe Cascanueces se lanza valientemente a la batalla. María y los muñecos terriblemente asustados contemplan la lucha. El Príncipe Cascanueces derrota al enemigo. Los malvados ratones están vencidos. Aparece Drosselmeyer y presenta a María y al Príncipe Cascanueces, al Hada de Azúcar y a su caballero junto con los personajes que les acompañan. Con alegría celebran la victoria. María y el Príncipe Cascanueces están muy felices, han llegado al reino de sus sueños.
Pero todo esto ha sido solo un bonito sueño. La Noche Buena se acaba y se desvanece toda la maravillosa magia. María, todavía continúa impresionada por su fantástico sueño, sentada en su casa al lado del árbol de Navidad con el muñeco Cascanueces en sus rodillas.
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